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Hoy, 12 de abril, frente al palacio municipal de San Miguel, con puertas custodiadas ilegalmente por una docena de policías provinciales armados con pistolas 9mm, cuando está prohibido frente a movilizaciones, debería haber armas no letales, disuasivas, se reunió una importante cantidad de vecinos, para acompañar a Lorena Osores, la mamá de Lucía.
Lucía murió incinerada en el bar Zar de San Miguel, cuando un pebetero con fuego vivo, de los que ornaban ilegalmente las mesas, derramó su alcohol sobre el grupo de amigos donde se encontraba esta jovencita que hoy cumpliría años, ella llevó la peor parte, falleció, el resto sufrió quemaduras de distinto grado.
El bar Zar abrió una semana antes que lo permitiera el protocolo de Covid provincial.
El bar Zar no tenía habilitación de seguridad, afirmado por los Bomberos Voluntarios (encargados de tal control), en nota a la fiscalía.
EL bar Zar tenía ilegalmente los pebeteros con fuego vivo en las mesas, prohibido no por Covid, prohibido por seguridad desde siempre.
Testigos afirmarían que había dos inspectores municipales en el bar en el momento del hecho.
Se tardó mucho en llamar a los bomberos que estaban a pocas cuadras del lugar. Hay videos donde el dueño afirma en la vereda, que no pasó nada, mientras Lucía agonizaba en el piso en medio de penumbras, y no se llamaba a los bomberos.
Por todo esto y otras pruebas aportadas a la causa, ya deberían estar imputados el dueño, y los funcionarios municipales implicados, desde el intendente, el secretario de gobierno, el jefe de inspectores y los inspectores actuantes.
Pero ha pasado un año y medio y aún la justicia dilata decisiones.
La impunidad duele, la injusticia duele. Los responsables directos e indirectos gozan de la vida. Lucía es una sonrisa en una pancarta, es el vuelo de los globos blancos que se soltaron en la plaza en su memoria, y es también, y por eso, un dolor lacerante.
Hoy habló Lorena, y hablaron familiares de otros muertos que reclaman justicia; hoy Lorena dijo que querría estar preparando el cumpleaños de Lucía, pero tiene que estar acá, en la plaza, luchando, “hoy todos somos Lucía”, fue su mensaje. Lorena acusó a los responsables, señaló hacia el municipio. Hoy no quedaron dudas, todos sabemos que hay impunidad judicial.
Pero hay que seguir apoyando esta justa causa, más que nunca hay que seguir en la lucha porque TODOS SOMOS LUCÍA.
PEDRO BIRRO – Periodista regional
