Mañana inusual en José C. Paz, caravanas de gente sin banderas partidarias, salvo alguna argentina, marchando como en una procesión laica. Los animaba un solo propósito, lograr rever la decisión del intendente Mario Ishii de no presentarse para ser reelecto como intendente paceño. Desde los barrios ubicados en los cuatro puntos cardinales del distrito, el pueblo se movilizó, y logró su propósito.
Se sumaron agrupaciones peronistas que componen la conducción del Partido Justicialista local, del cual Ishii es presidente, pero se quedaron en retaguardia respetuosamente, porque ya el pueblo había copado las calles.
EL DESENLACE
Que venía, que no venía, las informaciones eran cruzadas. Se improvisó una tarima frente a la puerta de acceso al jardín municipal, pero Ishii sorprendió apareciendo frente a una puerta lateral, sobre Gaspar Campos, subido a la caja de un camión, desde allí comenzó un largo diálogo con la gente que le pedía un período más, algunos vecinos tomaron el micrófono y lo instaron a seguir comandando la intendencia.
El intendente trataba de dar razones para no seguir, también buscó dilatar la definición diciendo que al día siguiente harían las listas y vería qué hacer. “Todavía no hablé con mi familia”, trataba de explicar, pero el vocerío con consignas pidiéndole que no se vaya de la intendencia atronaba.
Finalmente, el clamor popular pudo más, y ante el sí de Ishii se desató la euforia, la alegría.
No fue un acto político, fue una reunión de Ishii con sus vecinos, fue un intercambio de conceptos, fue un pueblo y su dirigente, su conductor, que conduce con gestión de obras.
En medio de la incertidumbre por el futuro de los paceños, hacía falta este encuentro de Ishii con su pueblo, parece venirse una etapa difícil, si vuelve la derecha al gobierno nacional y provincial, después de todo, como dice el Indio Solari, y bien podrían decir los paceños; Mario es “Mi único héroe en este lío”.
PEDRO BIRRO – Periodista regional conurbano